
Amaxofobia – ¿Como Afrontarla con tranquilidad?

Puede que con tan solo pensar en conducir los nervios se apoderen de todo tu cuerpo; por eso, en este post te explicaremos cómo superar la amaxofobia, ese miedo terrible a coger el coche. Tal vez lleves tiempo sin conducir y te de vértigo lanzarte a la carretera. O puede que, algún familiar, amigo o incluso tú mismo hayas sufrido un accidente de tráfico y la conducción te resulte todo un reto. Que no cunda el pánico: por suerte, existen ciertos ejercicios para superar la amaxofobia incluso cursos Especificos. Consulta toda la información en este post
¿Qué es la amaxofobia?
Antes que nada, debes entender qué es la amaxofobia y por qué motivos surge. Como hemos mencionado, la amaxofobia es miedo a conducir cualquier tipo de vehículo, y puede deberse tanto a la inseguridad como al recuerdo de cualquier situación dolorosa relacionada con la conducción. Normalmente, cuando alguien sufre amaxofobia, suele presentar ataques de pánico y ansiedad, aunque en distintos grados dependiendo de cada persona.
Según un estudio de la fundación CEA, el 28% de los conductores tienen miedo a conducir, de los cuales el 45% son hombres y el 55% mujeres. Si perteneces a ese 28% de personas que lo sufren, sigue leyendo. A continuación te contamos las tres técnicas más eficaces para curar la amaxofobia.
1. Practicar técnicas de relajación y de gestión emocional
Uno de los principales focos para saber cómo superar la amaxofobia es conseguir una sensación de tranquilidad y saber gestionar las emociones. Para ello, trata de llevar a cabo una respiración diafragmática consciente. También puedes meditar o hacer yoga.
Debes practicar estos ejercicios entre 30 y 60 minutos cada día, para llegar a ser capaz de gestionar el medio y la ansiedad cuando estos se presenten en tu cuerpo. También puedes repartirlos en varias sesiones a lo largo del día. Verás que, después de haber practicado, controlar tus emociones será mucho más sencillo. Este primer paso es muy importante para poder seguir avanzando en cuanto al tratamiento de amaxofobia.
2. Hacer alguna clase de reciclaje en una autoescuela o apuntarse a un curso específico para superar el miedo a la conducción
En Ollerías autoescuela, contamos con un curso de amaxofobia concretamente dirigido a personas con carné de conducir pero que sienten miedo al hacerlo. Esta formación se lleva a cabo en el coche de la autoescuela, para que te de tranquilidad el tener un profesor que te ayuda a circular de forma independiente. El objetivo es aprender a conducir de manera calmada y tranquila, aprendiendo a gestionar las emociones que surgen al volante.
Esta terapia de amaxofobia está compuesta por varias sesiones prácticas. La primera, de una hora y media, se desarrolla en una zona sin tráfico en la que el conductor aprende a sentirse cómodo mientras conduce; la segunda es parecida y también dura 45 minutos, se lleva a cabo en vía pública de muy poco tráfico; las siguientes sesiones tienen una duración de hora y media y en ellas se aprende a conducir en diferentes circunstancias (rotondas, cruces, cambios de carril, etc.); por último, en la última sesión se realizará un desplazamiento más largo que aporte más confianza al conductor.
Además, tanto al principio como al final del curso se llevan a cabo entrevistas con tu profesor experto para curar la amaxofobia y completar el tratamiento.
3. Cómo superar la amaxofobia: atreverse a conducir
Una vez realizado el curso de amaxofobia y haber perdido el miedo a conducir, solo te falta lanzarte a la carretera. Un buen consejo es dividir el objetivo en pequeñas metas e ir narrando la conducción: además de ayudarte a concentrarte y prestar toda la atención en la carretera, te ayudará a aliviar tus niveles de tensión y miedo. En definitiva, acostúmbrate a conducir y tómatelo con tranquilidad.
Ahora que ya sabes cómo superar la amaxofobia, estás un paso más cerca de conseguir conducir sin temor. No esperes más y ponte en contacto con nosotros para solicitar toda la información necesaria respecto al miedo a conducir. Y recuerda, la carretera no debe darnos pánico, pero sí el respeto suficiente como para hacer siempre caso
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